Anamari Irabien,
Propietaria Irabien & Asociados
Nací en la Ciudad de Puebla, pero mis raíces están arraigadas en Quintana Roo. Mis abuelos, yucatecos pioneros que dejaron Bacalar y Chetumal para buscar nuevas oportunidades, me enseñaron desde pequeña el valor de la visión y la perseverancia. Crecí entre historias de familia numerosa y viajes a tierras vírgenes, donde los tucanes y los loros verdes se posaban en los cables y los monos araña recorrían los árboles, una infancia que despertó en mí la fascinación por la naturaleza y la conexión con la gente.
Mi vida profesional se entrelazó con el desarrollo turístico del Caribe mexicano. Tuve la fortuna de vivir el nacimiento de Cancún y Cozumel como destinos internacionales, y de participar en la creación de experiencias que trascendieran la mera hospitalidad. Mi primer gran reto fue abrir el área de operaciones de Fiesta Americana, Plaza Cancún y Villas, un hotel de 628 habitaciones. De la mano de Dieter Roerman, mi mentor, descubrí mi pasión por las relaciones públicas: transformar la comunicación en un puente entre el hotel, sus huéspedes y la comunidad, generar empatía y crear vínculos que fueran mucho más allá de un evento o un cóctel.
Desde entonces, me he dedicado a profesionalizar y elevar esta profesión en México. Participar en asociaciones internacionales como PRSA y la Confederación Iberoamericana de Relaciones Públicas me permitió aprender, adaptarme y anticipar tendencias, desde la expansión hacia nuevos mercados hasta la gestión de crisis en épocas de grandes retos. Aprendí que la verdadera fortaleza de nuestra labor está en la humanidad: mirar a los ojos, escuchar, comprender y transformar cada interacción en oportunidad.
Hoy, al frente de nuestra agencia de relaciones públicas, que celebra 28 años de trayectoria, trabajo con grupos hoteleros mexicanos como Grupo Palace, Gran Velas y Grupo Brisas. Cada proyecto se convierte en una causa propia, donde el compromiso y la pasión del equipo se reflejan en cada estrategia, en cada historia que contamos, en cada experiencia que construimos.
Para mí, las relaciones públicas son mucho más que eventos o medios: son conexión, empatía y visión. Son la habilidad de transformar la narrativa, de transmitir la esencia de un lugar o una marca, y de construir memorias que perduren. Y sobre todo, es la certeza de que nuestra profesión, cuando se ejerce con respeto, pasión y profesionalismo, tiene el poder de transformar destinos, personas y experiencias.