La palabra “yate” viene de la palabra holandesa “hunter” (cazador). Los primeros yates fueron exactamente eso: cazadores de piratas. La armada holandesa construyó barcos de vela rápidos que podían navegar en las aguas poco profundas del país para cazar piratas en el siglo XVI. Rápidamente, los adinerados de Europa, en particular los ingleses, se dieron cuenta de las características y ventajas de estos barcos y empezaron a replicarlos y a competir con ellos. Por lo tanto, desde el principio el yate ha sido un barco privado especializado, relativamente caro, destinado al uso recreativo.
A finales del siglo XIX, se produjeron varios desarrollos importantes. La comparación y las carreras de yates significaron que había que establecer estándares. Los británicos clasificaban los yates por su tonelaje, mientras que los americanos usaban una clasificación basada en la eslora, la cual prevalece hasta hoy. Aunque comenzaron como barcos de vela (y todavía hay yates a vela), la máquina de vapor suplantó al viento como método principal de propulsión en el siglo XIX. Para 1900, los motores de gasolina y diesel eran la propulsión preferida, como todavía lo son en muchos barcos.
Los yates también pueden clasificarse según las condiciones de agua y viento que pueden soportar:
- Los yates de “Clase A” son aquellos que pueden soportar vientos de hasta 70-80 kilómetros por hora y olas de aproximadamente 4 metros en mar abierto. Este tipo de yates de alta mar están construidos para ser autosuficientes en mares hostiles mientras navegan en mar abierto con vientos que superan la fuerza 8 en la escala de Beaufort e incluyen yates de pesca deportiva, yates a motor, grandes cruceros, superyates y megayates.
- Los yates de “Clase B” se suelen llamar “embarcaciones de alta mar” y se construyen para navegar por las aguas costeras dentro de los 320 kilómetros de la costa.
- Las embarcaciones de “Clase C” son naves construidas para navegar en la costa y cerca de ella, incluyendo vías de agua como lagos, ríos y bahías. Generalmente, pueden navegar con olas de entre 1 metro y 1,5 metros antes de comenzar a tener problemas.
Las embarcaciones de “Clase D” son embarcaciones que pueden navegar con seguridad con vientos de 13-15 MPH y olas de medio metro o menos en vías navegables protegidas. Nota: cualquier embarcación de clase inferior a la clase B se denomina embarcación, de ahí la diferencia.