El arquitecto, educador y activista social nacido en Burkina Faso, se convierte en el primer africano en ser galardonado con el Nobel de la Arquitectura, el cual se otorga anualmente desde 1979.
Según el jurado, “en un mundo de crisis, en medio de cambios de valores y generaciones, nos recuerda lo que ha sido, y sin duda seguirá siendo, una piedra angular de la práctica arquitectónica: un sentido de comunidad y calidad narrativa que él mismo es capaz de contar con compasión y orgullo”.
Y agregaron: “Nos ha mostrado cómo la arquitectura de hoy puede reflejar y satisfacer las necesidades, incluidas las necesidades estéticas de los pueblos de todo el mundo”.
El arquitecto, cuyas oficinas actualmente se encuentran en Alemania, ha completado numerosas escuelas y centros de salud en África, en la República de Benin, Togo, Kenia, Mozambique, Malí, Sudán y, por su puesto, en Burkina Faso.
Asimismo, el jurado reconoció su estética arquitectónica, siempre basada en responder a las condiciones climáticas de cualquier lugar: “Desarrolló un vocabulario arquitectónico ad hoc, altamente performativo y expresivo: los techos dobles, la masa térmica, las torres eólicas, la iluminación indirecta, la ventilación cruzada”.
Su historia
Kéré nació en 1965 en Gando, Burkina Faso, como hijo mayor del jefe de la aldea donde creció sin electricidad ni acceso a agua potable. Se mudó muy joven para ser el único niño de su familia en ir a la escuela. Tras conseguir una beca en carpintería en Alemania, acabó estudiando en la Universidad Técnica de Berlín y se licenció en arquitectura en 2004. Posteriormente, regresó a Burkina Faso, donde prosperó dotando de las infraestructuras que su comunidad tanto necesitaba.
Durante estos últimos 20 años, Kére ha trabajado en construir una biblioteca, viviendas para maestros y crear y ampliar las escuelas.
Además de las construcciones comunitarias, también ha diseñado el edificio del parlamento para su país de origen y un nuevo parlamento en Benín.
En su larga lista de proyectos se encuentra el Pabellón Serpentine de Londres, el pabellón de Tippet Rise Art Center en Montana y las coloridas torres para el festival de música Coachella en 2019.