No es viejo, no es retro, no es vintage…. es antiguo
Si reconocer las últimas tendencias en decoración y diseño de interiores es una misión muy complicada, identificar las tendencias que reinan en el mercado de antigüedades es casi imposible:
hay siglos de objetos para analizar.
Podrías pasar años aprendiendo sobre las diferentes formas en que los carpinteros han usado el pino, o los herreros la forja o los sopladores el vidrio, a lo largo de los siglos, sin mencionar que deberías dedicar toda tu vida a estudiar registros de subastas y archivos de museos.
Afortunadamente, para disfrutar de esta tendencia y decorar tu casa solo necesitas sumergirte y disfrutar los recorridos en galerías, bazares y mercados de antigüedades que los hay por todas partes. En la actualidad, es fácil acceder a este mundo, ya sea en línea o visitando los lugares que estén cerca de ti.
En cada recorrido podrás aprender desde el origen, antecedentes e historia de cada mueble o artículo. No temas preguntar, pues ésa es la historia que contarás cuando al destinarle un espacio especial en la decoración de tu hogar, las visitas quieran saber sobre el original objeto en cuestión.
Seguramente encontrarás que piezas únicas te elegirán para que las lleves a casa y les des un uso distinto para el que fueron creadas; baúles que podrás usar como mesas de centro, vitrinas como jugueteros o bellos muebles de madrera o de forja para convertirlos en cava para tus vinos que puedas tener a la vista.
Introducirte al mundo de las antigüedades te dará la oportunidad de descubrir la personalidad de hace siglos que resistió la prueba del tiempo y ahora está a tu servicio, como un juego de té de plata que sirva su propósito original y al mismo tiempo adorne tu hogar.
Lo recomendable es no renovar las antigüedades, sino dejarlas en su modo original y darles el mantenimiento adecuado para preservar su esencia original y la belleza que confiere el paso del tiempo.
Antes de terminar este artículo, deseo marcar la diferencia entre lo retro, lo vintage y lo antiguo.
Para muchos, vintage y retro parecen dos sinónimos que hacen referencia a un estilo de decoración inspirado en el pasado, pero, aunque sí tienen el pasado en común, su fecha de fabricación marca la diferencia.
El vintage tiene que haberse fabricado en la época que representa, es decir, es una pieza original de los 60, 70 u 80.
En cuanto a las piezas retro, su fabricación es reciente y son imitaciones a las de otras décadas. Y para que sea considerado antigüedad, se suele exigir un mínimo de 100 años de su fabricación.
Al elegir una pieza antigua para tu hogar, estas añadiendo una gran historia que distinguirá cada rincón de tu casa.
