Las energías limpias son aquellas que no Implican la producción de ningún tipo de residuo contaminante durante su generación y son inocuas para el medio ambiente, por lo que su producción a largo plazo puede resultar altamente sostenible. Al contrario de las energías convencionales, que contaminan aguas, tierras y aire, y que requieren extraer y quemar combustibles fósiles y sus derivados, el uso de energías limpias tiende a la eliminación de las fuentes que producen contaminación.
Durante muchísimos años se pensó que la producción energética proveniente de fuentes limpias era algo irrealizable, muy lejano y casi inalcanzable, que hoy se ha convertido en una realidad palpable.
¿Sabías que el coche eléctrico no es una invención reciente, sino que se remonta a principios del 1800, varios años antes que se creasen los motores de combustión? La idea de los vehículos eléctricos se retomó casi 100 años después, y junto con ella, muchas otras energías limpias y renovables, especialmente la solar y la eólica, se han convertido en una respuesta obligada a la perentoria necesidad que tiene el planeta de atenuar y en lo posible disminuir el calentamiento global por causa del ser humano.
¿Las energías limpias son la única solución?
Solo con un cambio de matriz energética no es posible solucionar los problemas de contaminación y de degradación medioambiental, pero lo que hoy queda claro es que un mundo sostenible es posible, siempre y cuando se deje de polucionar, y las energías limpias son el primer paso para conseguirlo.
Las energías limpias podrían ser el comienzo de la solución de algunos de los problemas más graves que enfrenta la humanidad al día de hoy, como la contaminación, el calentamiento global y el deterioro de los hábitats involucrados con la extracción, manipulación, traslado y procesamiento de combustibles de origen fósil.
Un conjunto de factores
Además de la implantación de las energías limpias, es necesario revisar muchísimos otros factores de incidencia, ya que, si realmente pretendemos hacer algo positivo por el mundo, y, por tanto, por todos y cada uno de los seres que lo habitan, la solución debe ser integral, global y multidisciplinaria.
La inversión en innovación energética y la implementación de sistemas de energía sostenible tienen que estar en los primeros puestos de las agendas gubernamentales de todos los países del mundo, pero todos podemos poner nuestro granito de arena al elegir fuentes de energía limpia para nuestros hogares y eligiendo alternativas que ahorran recursos, como la tecnología de casas pasivas o un diseño inteligente, con una orientación que nos permita aprovechar el máximo las horas de luz y regular la temperatura a partir de la ventilación y los materiales. ¿Te animas a ser parte del cambio que nuestro planeta tanto necesita?