En los últimos años, a consecuencia de un cambio global hacia lo ecológico y sustentable, los diseños de piscinas han evolucionado con ello. Gracias a esto encontramos opciones denominadas biopiscinas. Pero, ¿qué son exactamente y cómo funcionan?
Las biopiscinas son piscinas naturales que utilizan procesos biológicos para mantener el agua limpia y saludable, sin necesidad de productos químicos nocivos.
Existen principalmente dos tipos: las biopiscinas que utilizan un biofiltro, y las que usan una zona regenerativa.
Las biopiscinas con zona de regeneración son aquellas que recurren a un área dedicada al crecimiento de plantas acuáticas, ornamentales, rocas, grava y otros elementos, actuando como un filtro natural para la piscina, eliminando las impurezas y manteniendo el agua en óptimas condiciones.
Aunque es una alternativa totalmente natural, requiere un espacio amplio, ya que el área que se necesita para la zona de regeneración es prácticamente la misma que se requiere para la zona de nado. Asimismo, se debe buscar el balance adecuado de nutrientes para que la piscina no adquiera un color verdoso.
Por otra parte, las biopiscinas que utilizan un biofiltro son aquellas en las que el agua se limpia mediante un proceso de nitrificación, en el que bacterias especializadas descomponen los desechos orgánicos. Este método es muchísimo más rápido y práctico para cualquier tamaño de piscina, ya que solo ocupa un pequeño espacio, a diferencia de las biopiscinas con zona regenerativa. Este enfoque es ideal para quienes buscan una solución sostenible sin comprometer espacio ni funcionalidad. Las biopiscinas son una opción innovadora, ecológica y estética para quienes desean invertir en una alternativa que prioriza su salud y la del medio ambiente, creando un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza puede ayudarnos a crear espacios de ocio más sostenibles y armoniosos.
