Uno de los tesoros más preciados de nuestro estado es su riqueza natural, y un elemento fundamental es su exuberante vida marina, que durante décadas ha atraído a entusiastas del buceo, científicos e investigadores.
Las aguas del mar Caribe albergan decenas de miles de arrecifes de coral, manglares y pastos marinos, donde habitan miles de peces, anfibios, reptiles, mamíferos, moluscos y crustáceos, que convierten a la región en un punto clave de la biodiversidad mundial.
El ser viviente más grande del Caribe es el Arrecife Mesoamericano, un sistema que constituye la columna vertebral de los ecosistemas marinos de la región y es al mismo tiempo vivero, biblioteca genética, productor de arena y protector de las zonas costeras, pero, sobre todo, hogar de incontables especies.
Muchas de las imágenes más evocadoras de las cristalinas aguas de nuestro mar muestran bellos y coloridos peces de arrecife, algunos de ellos formando grandes grupos, mientras que otros nadan solitarios o se ocultan en grietas y cuevas, y sus formas, tamaños, colores y patrones son incontables. Desde los vistosos peces ángel hasta las veloces barracudas y las enigmáticas morenas, estas criaturas son el mejor reflejo de esta inconmensurable diversidad.
El Caribe mexicano también alberga cuatro especies de tortugas marinas, que cada año arriban a nuestras playas para hacer sus nidos.
Además, es refugio de distintas especies de tiburones, entre ellos el gran tiburón ballena, el pez más grande del mundo, así como el tiburón nodriza y el tiburón toro. En Isla Mujeres se encuentra un lugar único en el mundo, una cueva en la que estos escualos pueden entrar en un completo estado de relajación, conocido como la Cueva de los Tiburones Dormidos.
No debemos olvidar a los fascinantes mamíferos acuáticos que también comparten hábitat con todos los demás seres que moran en este privilegiado lugar del mundo, los delfines, famosos por su inteligencia y sociabilidad, y el manatí, el pacífico gigante herbívoro que habita en aguas poco profundas, que inspiró historias y leyendas entre los exploradores europeos que llegaron por primera vez a nuestras aguas y confundieron a estas criaturas con las míticas sirenas.
Para quienes tenemos el privilegio de vivir en este paraíso natural, toda esta extraordinaria riqueza está a nuestro alcance, y a la vez que podemos disfrutar de ella, también tenemos la responsabilidad de contribuir a su conservación.
¿Cómo piensas que puedes aportar para preservar este gran tesoro natural?
