Andrés Friederich, socio propietario de La Cueva del Chango y Amate 38
Llegué a Playa del Carmen en 1999 con la idea de convertir este lugar en mi hogar. Por azares del destino me hospedé en una cabaña que rentaba Wolfgang Deutsch, el creador de La Cueva del Chango, quien me ofreció asociarme con él para abrir cenas, ya que el lugar en aquel entonces ya ofrecía desayunos. Dado que no había nada en la zona no me interesó. Empecé a trabajar en hotelería, pero continué frecuentando el lugar, que ya tenía fama de ser el mejor lugar para desayunar. En este contexto, rentó el espacio el señor Pedro Gómez y en una de tantas visitas me solicitó unos consejos para mejorar la operación. Trabajamos para realizar estos cambios y poco a poco el lugar empezó a recibir más gente y abrió el turno de comida.

En 2003 dejé de trabajar en hotelería y tomé un año sabático, por lo que comencé a ir con mayor frecuencia a La Cueva del Chango. En cada oportunidad, platicaba con Pedro Gómez sobre el negocio, hasta que decidimos asociarnos, lo que marcó el inicio de una larga historia que hoy nos lleva a ser el restaurante más exitoso en desayunos en Playa del Carmen y un icono de la ciudad. Al principio, teníamos 4 mesas, 17 tenedores y 17 vasos. El tiempo y el trabajo continuo nos llevó a crecer y para agosto del 2004 abrimos el servicio de cenas. Tuvimos claro el concepto de la comida mexicana fresca, natural y acompañada de tortillas hechas a mano, lo cual, en conjunto con nuestra presencia y liderazgo en servicio nos fue llevando a ampliar nuestra clientela.
De ahí en adelante fuimos creciendo y creciendo, y en 2018 abrimos Amate 38 con un concepto de cocina regional yucateca, que vimos como oportunidad, ya que no había ningún lugar agradable con una propuesta de esta gran cocina y orgullo de México. Hoy en día, y gracias a Dios, ambos restaurantes son emblemáticos de Playa del Carmen.
El concepto de La Cueva del Chango es cocina mexicana natural con todas las preparaciones elaboradas en casa. Los jugos y bebidas son frescos y desde 2004 ofrecemos exclusivamente vinos mexicanos además de una amplia barra de bebidas internacionales. El ambiente es informal, pero procuramnos siempre un servicio eficiente y alimentos y bebidas de calidad. En Amate 38 seguimos en la misma línea, pero especializada en la cocina regional yucateca. En ambos restaurantes la comida se sirve en un entorno natural armónico y con un concepto arquitectónico adaptado a la región y respetando la naturaleza.

Nuestro segmento principal es la clientela local, aunque también recibimos turistas tanto extranjeros como nacionales. Nuestro concepto es apto para todas las edades y cuidamos mucho la atención y el servicio personalizado y respetuoso.
Creemos en el valor de la cocina mexicana y su gran variedad y tradición. Procuramos mantener nuestra cultura gastronómica tanto en la Cueva del Chango como en la Amate 38. Hemos enfrentado grandes retos, entre ellos, conseguir los insumos frescos para poder seguir manteniendo nuestros estándares de calidad.

Nuestro objetivo es ofrecer platillos como los comería cualquier mexicano y no adaptarnos a los gustos extranjeros. Creo esto ha tenido un impacto muy positivo ya que los mismos turistas disfrutan en la calidad y autenticidad de nuestros alimentos.