La fotografía de arquitectura es más que tomar una foto de un espacio o documentar un proyecto; se trata de, como diría el fotógrafo Mike Kelley: “Recrear la realidad, con un grado de interpretación artística”, después de todo, las imágenes despiertan sensaciones y el surgimiento de éstas, depende de lo que capturamos a través de la lente. Para lograrlo, hay que hacer algo más que tomar una foto técnicamente correcta, debemos involucrarnos con los espacios, las formas y el entorno, al tiempo que nos sensibilizamos del viaje de la luz y cómo va dibujando la imagen para que podamos inmortalizarla haciendo clic en el momento perfecto. A continuación 5 tips para que logres imágenes memorables en el apasionante mundo de la fotografía de arquitectura:
1. Involúcrate con el espacio. Los espacios, los objetos y las formas te hablan, solo hay que dedicarle el tiempo para escucharlos y ser receptivos. Recorre todo el sitio, camina por lugares que no son evidentes, detente donde normalmente no lo harías y comenzarás a encontrar puntos de vista únicos. Tírate al piso y sube al punto más alto, al cambiar la altura natural a la que se encuentran nuestros ojos se develarán nuevas formas y perspectivas que harán de tu foto una imagen única.
2. Nunca olvides qué quieres comunicar. Una imagen siempre comunica algo, ya sea la totalidad del objeto retratado, un detalle, texturas, colores, el entorno o el ambiente que se genera con determinada luz. Ten claro lo que estás buscando transmitir con la foto que vas a tomar; aléjate, acércate, juega con los tipos de lentes que tengas a la mano. Asegúrate que eso que te llamó la atención se vuelva el protagonista de tu imagen, acercándote para sacar de cuadro los objetos y espacios que pueden distraer la atención focal o alejándote para integrar elementos y espacios que te ayuden a componer una imagen equilibrada y le den contexto.
3. Usa tripié. Esto puede parecer algo menor pero cambiará sustancialmente la calidad de tus imágenes. La arquitectura es geometría, formas, líneas y volúmenes. El usar tripié te permite fijar la cámara y te brinda la oportunidad de observar con calma los detalles de la imagen que quieres capturar: pequeños ajustes en tu encuadre hacia la derecha o a la izquierda, arriba o abajo, o un poco más cerca o un tanto más lejos, en ocasiones son sutiles movimientos que hacen que una buena foto se convierta en una espectacular. Además, la cantidad de luz es con frecuencia limitada cuando se trata de tomas de atardecer, nocturnas o interiores, lo que te obligará a tener exposiciones de tiempo más largas que sin un tripié no se pueden lograr.
4. Producción. No siempre los espacios se encuentran en condiciones ideales para ser retratados. Es probable que encuentres un encuadre que te guste pero que haya elementos que quisieras eliminar porque sobran o ensucian tu toma, simplemente hazlo! En fotografía de arquitectura hay que cargar y mover objetos, a lo mejor todo es perfecto pero hay un mueble que sería genial que estuviera un poco a la izquierda, a lo mejor hay un bote de basura al fondo, a lo mejor hay que pedirle al vecino que mueva su coche para lograr una foto de fachada… puede ser cualquier cosa. No dejes que tu imagen pierda valor, trata de eliminar todo aquello que puedas y no te guste, mueve y acomoda los objetos que sean necesarios para equilibrar tu imagen y en caso de ser necesario, integra elementos que te hagan falta.
5. La luz. Una regla general dice que en fotografía de arquitectura exterior hay que retratar con luz por la mañana o por la tarde, la razón es que se logran sombras y contrastes más impactantes. Cuando el sol está arriba (entre 11am y 3pm), se pierden éstos valores y se notan las imperfecciones de las texturas de las paredes, lo que restará calidad a tu imagen. Hay que ser paciente con las nubes y esperar que no tapen la luz del sol y asegurarnos que estén en el lugar ideal de nuestra composición. Para las fotos de atardecer y la famosa “blue hour” el truco está en cazar el momento ideal en que la luz artificial ya se sienta en la imagen, pero que no sea tan protagonista y termine siendo muy intensa, para no fallar, puedes tomar fotos cada 5 minutos y posteriormente seleccionar la foto perfecta.
Para finalizar solo resta decir que como en todo, la práctica hace al maestro. Toma muchas fotos, haz pruebas, compara los resultados y lo más importante, ¡Diviértete haciendo clic!
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