Un elemento fundamental que convierte una casa en hogar es el sello personalísimo que hace de nuestro espacio vital un lugar único y con una identidad propia, que refleje la esencia de quienes en él habitan en lugar de parecer una casa modelo o de catálogo.
A continuación, encontrarás algunas ideas que te serán útiles para darle a tu hogar ese toque especial que lo convertirá en un sitio inolvidable.

Crea y combina tus propios colores
No hay nada que aporte más distinción que una paleta de color única e inimitable.
Atrévete a dejar atrás los tradicionales blanco, beige o gris, no temas experimentar y deja salir tu creatividad. Recuerda que cualquier tono de pintura, ya sea interior o exterior, se elabora a partir de fórmulas de colores que se mezclan en determinadas proporciones sobre una base blanca, lo que nos da posibilidades infinitas para experimentar y lograr un sinfín de tonalidades, combinaciones y efectos.

Objetos antigüos
Pocos elementos otorgan más carácter y encanto a un hogar que un objeto vintage o antiguo, preservado a lo largo del tiempo.
Rescata retratos familiares, muebles, relojes de piso o pared, cuadros, lámparas, e incluso aparatos como máquinas de escribir o de coser o teléfonos, restáuralos y colócalos en un lugar prominente de la casa. Los bazares y las tiendas de antigüedades son lugares donde, si tenemos la suficiente paciencia, podemos encontrar auténticos tesoros que bien merecen una segunda vida.

Elementos de todas partes del mundo
Aprovecha al máximo tus viajes y explora el trabajo artesanal que cada lugar tiene para ofrecer.
Cada rincón de nuestro planeta tiene manifestaciones singulares que reflejan la historia, cultura y visión del mundo. Textiles estampados, bordados o pintados a mano; exóticas alfombras; esculturas de madera, barro, vidrio o metal; cuadros, jarrones, vajillas o cualquier objeto que evoque sitios lejanos y recuerdos inolvidables.

Juega con las texturas
Olvídate de los ambientes planos y uniformes y experimenta con distintas texturas, cuyo poder reside en su capacidad de generar balances sensoriales y proyectar distintas sensaciones, que se transmiten a través de la vista, pero sobre todo, del tacto.
Atrévete a combinar superficies lisas y ásperas, piedra con madera y acabados que jueguen con los contrastes y la luz para hacer de tu hogar un espacio que destaque por su originalidad y carácter único.