Sacar el máximo provecho de la luz natural no sólo ayuda a reducir gastos en electricidad, también ayuda a cuidar del planeta y aporta grandes beneficios a tu salud. De acuerdo con la Organización Mundial de Salud, la mayoría de nosotros pasa el 90% del tiempo en interiores, lo que afecta nuestra calidad de vida. No obstante, si obtenemos iluminación natural en nuestra casa por la mayor cantidad de horas al día, podremos combatir el estrés, la ansiedad, mejorar la calidad del sueño, así como fortalecer nuestro sistema inmunológico e incluso regular la presión arterial. Conoce algunas formas de sacarle el máximo provecho a la luz del día.
- Elimina las barreras. Identifica objetos que bloquean la luz y no son indispensables, como toldos, rejas, maceteros o algunas plantas. Elimínalos o cámbialos de lugar para que la luz pueda entrar sin restricciones.
- Prefiere colores y estructuras claras y ligeras. Deja las cortinas opacas y densas para la noche e inclínate por tejidos ligeros y traslúcidos, que protejan tu intimidad y al mismo tiempo dejen entrar la luz. Si estás construyendo tu casa, procura que las ventanas sean lo más amplias que se pueda, pinta los marcos de tonos claros para potenciar la luminosidad y mantén los vidrios siempre impecables.
- Orienta las puertas y ventanas de tu casa hacia la salida y puesta del sol para aprovechar al máximo la luz natural. También puedes sustituir algunos muros por celosías o cristaleras, con lo que además crearás una sensación de mayor amplitud y le darás un toque moderno a tu hogar.
- Los espejos colocados en ubicaciones estratégicas reflejarán la luz y la harán llegar incluso esos espacios que no reciben tanta luz natural. También las superficies reflejantes generan expanden y potencian la iluminación.
- Los tubos solares y tragaluces son decisivos al momento de planear el diseño de tu casa en función de la luz. Colócalos en lugares estratégicos, como baños, estancia, y si haces home office, en tu espacio de trabajo.
